¡Me encanta el Calabacín!
Compuesto de un 95% de agua, posee una muy buena cantidad de vitaminas geniales para nuestra piel. Además, es una verdura ideal para las personas que desean adelgazar, gracias a su abundante contenido en fibra y sus escasas calorías.
Se ha convertido en un imprescindible para mi dieta, ya que además de todos los beneficios que puede aportar a nuestro organismo, se presta para preparar una gran variedad de deliciosos platos.
Hoy, mi versión de:
RAVIOLIS DE CALABACÍN CON SALSA BECHAMEL
Ingredientes (por persona):
- 1 Taza de leche de Avena o Arroz
- 1 Cucharada sopera de harina de Avena
- Sal
- Nuez Moscada
- 100g de pechuga de pollo
- Calabacín
- Cebolla Dulce
Preparación:
Pica la cebolla y el pollo. Posteriormente, pásalos ligeramente por la sartén con unas gotitas de aceite de oliva. En este caso, sobró calabacín, por lo que también lo incluí en el relleno para aprovecharlo.
Corta, con ayuda de una mandolina, los calabacines a lo largo y sin pelar (prepara una lamina extra para la decoración). Luego, pon las tiras superpuestas en forma de cruz y en el centro, coloca un montoncito de relleno. Recoge los extremos de las láminas de calabacín sobre sí mismos formando paquetitos.
Diluye la harina de avena en la leche fría. Condimenta con sal y nuez moscada a gusto y cocina a fuego mínimo. Remuévelo continuamente con una cuchara hasta que espese. Retíralo del fuego y aplica la bechamel sobre los paquetitos ya dispuestos en la bandeja del horno. ¿Recuerdas la lamina extra? Hazle un hueco en la bandeja y espera a que se seque y veas ligeramente doraditos tus raviolis.
Colócalos con mucho cuidado en el plato y deja caer por encima el crujiente resultante de la lamina extra.
¡Algún detallito y a comer!
Sin duda mi mejor improvisación ♥.
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